Episodio V
Hoy me levanté sin necesidad de despertador.
Después de lo de anoche, el estómago de Zipi me despertó a las 8:56 cantando una canción de Los Planetas.
Y que quiero que sepas/ que ha sido un infierno estando contigo/ que por poco no acabas conmigo/ pero soy difícil de matar.
Y según las caras con las que me he ido cruzando se confirma la teoría que dice que las camareras del Bataplán no ven creativos publicitarios al otro lado de las barras. Ellas ven a miles de personas idénticas al famoso trío flamenco Los Chunguitos. Por eso cuando tú pides un brugalcola lo que ellas escuchan es: dame veneno que quiero morir, dame veneno.
Y van y te lo dan.
*Capítulo aparte. Ya se ha pronunciado la peor/mejor frase del año. Dirigiéndose a una chica cuyo nombre no diré, alguien cuyo nombre no diré tampoco dijo: Me da la sensación que tiene que mover la pelvis como las alas de un colibrí.
Más cosas. Tras ver la shortlist de tele, platinos, radios, marketines y demás, me vino a la cabeza un garito de Alicante, el Voodoo. Allí tienen una libreta y un boli que la gente utiliza (cuando eres un treceañero) para dejar dibujados corazones con iniciales dentro, frases graciosas o lo que les ocurra en ese momento. Pues ahí he leído cosas más espontáneas y divertidas que el cincuenta por ciento de los guiones que alguien pensó que merecía la pena enviar al festival.
Un festival del que quiero hablar de mis ganadores, no de los ganadores oficiales que a esos ya los elogia (o silba) luego todo el mundo.
Por ejemplo el trabajo de los argentinos de Santo para Arnet. Eso merece que el Paseo de la Contxa se llame Paseo de la Contxa de tu hermana, como homenaje.
O las maravillosas pelis de Madre para las licuadoras Mamá Lucchetti, que son una agradabilísima sorpresa que no te esperas. Como si abren el buzón esperando recoger el folleto del chino de todos los días y se encuentran un caramelo de Hello Kitty.
O la de la corredora que arrastra las cintas de meta para Nike, y también el minidocumental de Nadal y la de Flex de Carlos que se nota que es papá desde hace diez meses. También kincón y la felicitación de navidad de Vitruvio, de los grandes Dani y Jorge.
Y por supuesto, los peliculones de Photoespaña y los ataúdes de Aquarius.
Y lo de No Hunger es un punto y aparte.
Es una idea que desde ya, ha puesto en problemas a mucha gente. Y eso me encanta.
A la organización, que debería pensar por qué una idea para una organización sin ánimo de lucro no puede ser gran premio e inmediatamente después darse cuenta de que es absurdo y cambiarlo.
A todos los truchos que todos hemos hecho durante años para las ong´s. Ya no valen nada. Da igual los premios que tengan, no sirvieron para nada y son una vergüenza impresa que por lo menos quedará para enseñarnos lo que no hay que volver a hacer.
Y sobre todo, a aquellos de ustedes que tengan los huevos de hacer unas grafiquitas para una ong a partir de hoy. El tipo que dijo la frase las comparaciones son odiosas, debía saber que a alguien se le ocurriría No Hunger en algún momento.
Con respecto a los premios de verdad y lo que haya decido el jurado, ya saben, es mejor no hablar de los árbitros. Y si les fue mal recuerden que las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno.
Y con la satisfacción de no haber escrito ni una sola vez la palabra pintxo ni que la gala es muy larga, tengo la sensación de que hasta aquí hemos llegado.
Primero pensé en acabar robándole a Super Ratón su no olviden vitaminarse y mineralizarse.
Pero finalmente me despido con las dos últimas frases de mi libro favorito, que una chica que es un amore me recordó hace poco.
No cuenten nunca nada a nadie.
Si lo hacen, empezarán a echar de menos a todo el mundo.
Y si me permiten la broma, sanseacabó.
Agur.
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